LA HORA DEL TÉ










En Italia, se sabe, somos mas de café que de tè. Nos gusta su sabor amargo y fuerte, y su olor a tostado que emana la cafetera caliente,aroma inconfundible que se libera en el aire y que tanto me hace sentir en casa.

Solemos tomar café a todas horas, al desayuno, durante la mañana, después de comer, después de cenar..o rápidamente en un bar,pero llega un momento a media tarde,sobre todo en invierno,que nos apetece tomar una taza de te.

En casa de mi madre la hora del te es sagrada,cada domingo el ritual se repite desde décadas. Primero se pone la mesa, se elige el mantel,que en este caso ha sido de lino blanco con marfil bordado de punto. Luego la vajilla, de la cual mi madre tiene diferentes juegos, la elección ha sido por unas bonitas tazas decoradas con flores y una tetera de porcelana fine blanca, de la marca Richard Ginori,los cubiertos y el cuenquito para las galletas, todos de plata, son herencia de mi abuela. La decoración esta pensada en cada detalle y las flores que nunca faltan se han colocado en una sopera de artesanía local con dibujos en verde y amarillo utilizada como jarrón. Los girasoles, las gerbenas y las bocas de dragón bien conjuntan con los limones y el mapo que esta colocado al centro de la composición.

En la mesa del te siempre hay una tarta, como la Crostata de mermelada de naranjas amargas un clásico de la repostería Italiana, y galletas en este caso “Cantuccini” con almendras típicas de la gastronomía Toscana. La crostata de mermelada ha sido obra de Lina amiga y colaboradora de mi madre, que nos ha facilitado la receta que podéis descargar y imprimir. Y vosotros os atrevéis a hornear una crostata??? Os aseguro que esta riquísima.






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